Este revistero desmontable fue un encargo en el que la clienta no tenía más requisito que las medidas, de modo que tuve total libertad para desarrollar el diseño.

Se le había roto el revistero anterior y sabía que era un objeto al que su dueña le daba un uso bastante intensivo. Entendí que se trataba más bien de un mueble auxiliar destinado a complementar un rincón de lectura y decidí centrarme en la comodidad.

Revistero de fresno y etimoe para rincón de lectura

En la parte superior incorpora una bandeja deslizante que dota al revistero de una doble funcionalidad, transformándolo en una mesa auxiliar donde se pueden dejar unas gafas, una taza de café o cualquier objeto que estemos usando durante la lectura.

El conjunto es completamente desmontable en 5 piezas. Para montarlo solo hay que introducir los estantes en las ranuras del cuerpo principal y colocar la cuña para asegurar las piezas en su sitio.

Los muebles, como los cuadros, es difícil darlos por acabados. Mis diseños están en constante evolución y el revistero no es una excepción.

Cada nueva versión del revistero introduce una ligera modificación, a veces son solo ajustes estéticos, a veces mejoras funcionales.

Detalle bandeja deslizante del revistero desmontable

El conjunto es un guiño a la carpintería tradicional japonesa. Un entramado de planos inclinados autosustentados de estética cambiante según el ángulo desde el que se mire.

Incopora dos estantes para poder separar lecturas presentes de otras quizás inacabadas que aún no se quieren descartar. La inclinación de los estantes y su altura permite coger y colocar los libros desde el sillón con total comodidad.

Detalle de la bandeja

Tiene una altura aproximada de 48 cm y una anchura de 54 cm. Está acabado con dos capas de aceite danés (una mezcla de aceite de linaza y ceras) que lo protege de la humedad y el polvo.

Como todas las piezas acabadas con este tipo de aceites, tiene un mantenimiento muy sencillo.

El objetivo, como siempre, es incorporar el arte en nuestros hogares a través de los objetos de uso cotidiano, integrando el mueble en el ambiente como una pieza decorativa sin renunciar a la funcionalidad.

El último ejemplar incorpora unos refuerzos inspirados en los ensambles tradicionales de las mesas para asegurar que la pieza se mantiene plana. El cuerpo está fabricado en madera de roble, mientras que para la bandeja y la cuña he utilizado nogal europeo.